-A veces eres tan...tan.
-¿Tan qué? Dilo, cobarde. Que lo único que has sabido hacer durante tantos meses ha sido mentirme, nunca tuviste el valor para decir que me odiabas, o que me querías, o que simplemente yo era una pesada y querías desaparecer de mi vida, como hiciste hace unos días.
-Tan sensual.
-Y ahora...¿a qué viene eso? No te creo nada.
-No quiero que me creas, solo quiero demostrarte todo lo que no he podido hacer hasta ahora. Tan solo quiero dejarme llevar, ser feliz sin prejucios de la gente ignorante que no entiende nada más que su vida. Odio la gente que no mira por nadie. Y te quiero...a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario