túdedesayuno.

túdedesayuno.

jueves, 8 de abril de 2010

habíamos cambiado de biblioteca porque la de siempre ya asqueaba y porque, al igual que yo, odias caer en la rutina. ibamos varios, pero ese día tus amigos no vinieron y al final sólo íbamos a ser cuatro. quedamos en la rotonda y fuimos juntos hasta allí, haciendo el tonto, hablando y riendo. al llegar no vimos a nadie y nos subimos a la última planta, había menos gente que en las demás y eso implica más silencio. detrás tuya había un chico bastante mono y con un polvazo considerable... y... encima llevaba camisa... se me iban los ojos en cuanto se movía... era curioso cuando su mirada y la mía se cruzaban porque nos daba como vergüenza. pero cuando giraba la vista estabas tú, ¿sabes? tú... con ese pelo, esa sonrisa y esos brazos... me mirabas:
- estudia..
- que sí, que sí, que ya voy!
al rato empezaste a comerte un chupa-chus y me preguntaste que si queria uno. te dije que gracias pero que no, te conté varias anécdotas relacionadas con chupa-chus, conmigo y con caras de enfermo. me pusiste cara de "me has pillado a mí también" y empecé a imaginar demasiado... te veía comértelo y hacías el tonto, me sacabas la lengua y mirabas todo el rato, yo no podía dejar de reirme y el pivón de la camisa cada vez miraba más. en una de tus múltiples tonterías, me dijiste que mirara debajo de la mesa y empezaste a subirte una pata de pantalón. te dije que eras tonto mientras me reía y te ignoré un rato.
pero ya era tarde, y la gente se iba marchando a casa... al final en la parte de arriba sólo quedábamos nosotros tres. te miré, te acercaste y te susurré:
-no te atreves a volver a hacer eso cuando se vaya mi amigo...
- claro que me atrevo, pero llevas mirándole todo el rato, no quieres que se vaya.
- te equivocas, ahora más que nunca quiero que se vaya.
al segundo el chico se levantó. le habían llamado por teléfono. empezaste a reirte, pero mi cara no estaba de cachondeo... me metí debajo de la mesa... todavía quedaba mucha gente en la biblioteca y eso hacía que todo esto fuera algo más tentador. no decías nada, pero no hacía falta... llevabas el chándal y, no había secretos... mis menos te la agarraron y fue directa a mi boca... te dio un ligero espasmo... cómo sabía cómo ibas a reaccionar... te dije que siguieras estudiando, que disimularas un poco... y lo hiciste, un rato lo lograste, luego no podías, me agarraron tus manos y me guiaban. me paraste, separaste la silla y me cogiste en brazos
- ¿qué haces tú si se puede saber?
- te has ganado mi venganza, puedes elegir estante.
- si elijo algo, elijo la mesa y mando yo.
- entonces elijo yo solo.
me apretaste contra la estantería y lo demás fue como que sobrenatural... te desgarré el cuello como si fuera un animal, tu espalda acabó con todas mis uñas marcadas en ella y tú... tú no puedes ser real... me acordé de lo que te ponían las bestialidades al oído así que solté todo lo que se me pasaba hasta que los gemidos ahogaban las palabras... al tercer gemido me pusiste la mano en la boca pero no paraste. al nada ví pasar al chico de la camisa... ahora entendía lo de la mano... el chico se fue al poco y tú no parabas, cambiabas de estantería, de la estantería al suelo, del suelo a la mesa... hasta que sonó el timbre de cerrar, acabamos, me levantaste porque me había dado un chungo del calor y cogiste mi mochila, nos bajamos y nos encontramos con estos dos. preguntaron que que nos pasaba, y tu amigo me dijo:
- porque habeís estado en la biblio, sino pensaría que con la carilla que llevas tú y el cuello de éste habeís estado follando como animales.
- ya ves, ¿eh? jeje...
te entró la risa y volviste a rescatarme. me llevabas agarrada y en cuanto cada uno tomó su camino te sentaste conmigo en un banco, comimos chocolate y estuvimos hablando como si nada hubiera pasado...
eh, y juraría que ha sido todo un puto sueño de no ser porque me acabas de enseñar una foto con tu perfecto cuello con mis dientes...

No hay comentarios: