estoy desnuda al amanecer, en este último piso abuhardillado, no sé si ponerme a cien o darme una tregua en el lavabo. no tengo dinero para el tren con destino tus brazos. necesito aire en el pulmón del cielo de tus labios.
no sé si mandarte una postal, tatuada de ilusiones o imaginarme un carnaval con aires de tu nombre.
y mi corazón badea popa, no sé dónde está mi ropa... ¡la habre perdido junto al miedo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario