puedo soportarlo, quise esquivarlo, y nada cambia, ahora mi corazón es como un invierno en Finlandia, no queda rabia sólo pena, una gangrena que mis penas pudre, pieza perdida del puzzle, que nació un 1 de octubre y desde entonces vive condenada y loca, rosa espinada, sangra quien la toca...

quise compañía y obtuve un monólogo,
quise un final féliz y me quedé en el prólogo,
la droga es el peor psicólogo, nunca curó mi ahogo,
sólo quiero correr a otro horizonte y estar solo.
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