Ella...

Ella es como un cometa viajando por el cielo,
galopa sin cesar, sin vértigo a avanzar,
sin importarle cuál será su final.

Ella arde como el fuego, apagará tus miedos.
No es una estrella fugaz, es algo más terrenal,
cómo poder explicar lo que no puedo tocar.

Porque ella nunca tiene piedad,
y si te duerme no podrás despertar.
Es como el beso de un sueño, una caricia asesina,
la más grande de las heridas.

Ella es un horizonte donde fijar el norte,
que se quiere dominar, se intenta clasificar,
hay cosas imposibles de imaginar.

Ella es infinita como el azul del mar,
abstracta como el pensar, etérea como un gas,
una vez que se prueba no se puede dejar.

Porque ella nunca tiene piedad,
y si te duerme no podrás despertar.
Es como el beso de un sueño, una caricia asesina,
la más grande de las heridas.

Es un disfraz de la verdad
o la verdad de la mentira,
mientras pueda respirar me pregunto qué me quedará,
si tendré otra oportunidad.

Volví a soñar con ella, desierto, mar y tierra.
Creía que era verdad, un espejismo brutal
que me lleva de cabeza donde debería estar.