La vida se ha vestido de repente de gris, añoro tus llamadas. Que aparezcas a mi lado con un beso de más, que te mueras en mis pisadas. Porque ya no te pido ni una sola explicación, no pretendo cambiarte nada. Solo he esperado que tu cobardía al momento cesaría y te permita confesarme tus mentiras. Mentiras en mi cama, mentiras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario