y para cuando quieras darte cuenta, me habrán ocurrido mil cosas y tú no habrás estado presente en ninguna de ellas, ya no dibujarás sonrisas en mi cara porque otras personas se están encargando de pintarlas por ti. para cuando quieras dejar de hacer lo que haces, quizás ya, simplemente, bueno, ya sabes, quizás simplemente ya nada vuelva a ser como antes. y es una auténtica pena porque yo siempre había dicho-creído-afirmado que tú nunca me ibas a hacer daño y ya sabes lo mucho que odio equivocarme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario