¿recuerdas el parque que hay justo debajo de mi ventana, aquel que te dije que no era lo mismo sin ti? pues bien, ahora me asomo a la ventana y, no solamente el parque no tiene ningún significado más allá del normal, sino que ni siquiera me detengo a observarlo. mi mirada mira a lo lejos, al agua, al verde... con esto vengo a decirte que tú no ocupas el primer lugar, ¿sabes? y nunca más nadie que no sea yo lo hará. pero eso no quita que puedas asomarte conmigo a la ventana, es más, a veces hasta apetece...
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